La nueva Ley de Servicios Digitales impulsada por la Unión Europea espera tener un efecto positivo tanto entre las empresas como entre los propios usuarios y consumidores. Las bases de su normativa, que se espera que entre en vigor en febrero de 2024, son la de la privacidad y la competitividad leal. Un cúmulo de cambios que modificará el comportamiento de los buscadores y que puede tener un impacto de crecimiento económico de hasta 23.000 millones de euros.
La Ley de Servicios Digitales se comunicó a finales de 2022. El pasado abril, la Comisión señaló las plataformas consideradas de “muy gran tamaño” con nombres como Bing y Google Search entre los buscadores y AliExpress o Amazon Store entre las plataformas en línea. Y durante todo este tiempo serán muchas las empresas y plataformas que deban adaptarse a la nueva reglamentación. Según indican los expertos, “se abre un gran horizonte para potenciar la competencia y disparar los ingresos” sin importar tanto el tamaño de la compañía.
Uno de los sectores perjudicados será el de los casinos online, un nicho muy impopular que a partir de ahora tendrá más restricciones por la gestión de la publicidad. La mecánica empleada por este tipo de compañías encaja justo en lo que regulará aún más la UE, evitando estrategias de marketing que influyen en aspectos sensibles de la vida real del usuario
“Desde mi punto de vista, esta nueva ley favorecerá considerablemente la vida de los usuarios y al final serán las empresas dedicadas a este tipo de sectores tendrán que buscar la manera de promocionar sus servicios de otra manera”, subraya Maxence Marius, country manager de la agencia SEO Eskimoz en España.
La nueva reglamentación parte de reforzar la protección de los derechos de los usuarios. Pero también de generar más información en la red y una ampliación de las posibilidades de elección. “Se quiere reducir la competencia desleal, las estrategias maliciosas en la red y fomentar un escenario mucho más amable para desarrollar aún más la economía”, indica el experto.
Los buscadores serán parte fundamental de este cambio de panorama. La UE quiere contar con las grandes compañías, bien sean buscadores o simplemente plataformas en línea, para controlar la buena actividad en la red. Para ello, será de obligado cumplimiento para todas una política transparencia de recomendación y de publicidad.
Los motores también tendrán la obligación de evitar abusos de sus sistemas gracias a medidas basadas en el riesgo. “Ahora quedará prohibido que se muestre publicidad según orientación sexual u opiniones políticas, todo eso serán determinados como datos sensibles que no se pueden emplear”, incide Marius.
Igualmente, será obligatorio indicar por qué se recomienda determinada información a los usuarios y se tendrá que dar un resumen fácil de comprender acerca de las condiciones de uso. Con todo ello, la UE prevé un aumento de la competencia y un excedente de consumidores de 13.000 millones de euros. En su conjunto podría suponer un crecimiento económico de hasta 23.000 millones de euros gracias a la potenciación de grandes, pero también de pequeñas y medianas empresas.
Según datos de esta compañía SEO, casi el 90% de los usuarios españoles ya compra por Internet. Datos del INE sitúan en el 30% las empresas que venden por la red. El e-commerce, en cualquier caso, sigue mejorando año tras año duplicando las cifras de antes de la pandemia.
La repercusión para las empresas de este sector
Esta regulación era algo que tenía que pasar tarde o temprano. Los motores de búsqueda como Google ya habían tomado partido en temas denominados como “your money your life”, que son temáticas que pueden cambiar drásticamente la vida del usuario. Esto era habitual en áreas como medicamentos, armas, inversiones, criptomonedas… De hecho, las plataformas como Google o Meta ya venían penalizando este tipo de anuncios
Por otro lado, existen medios y páginas web que se podían llegar a nutrir de la publicidad en de este tipo de empresas ya que los CPCs (Cost Per Click) evidentemente son mucho más altos. En este sentido, siempre que se trate de un espacio publicitario dedicado y gestionado por el webmaster de este tipo de webs, seguirán pudiendo publicar banners siempre y cuando lo gestionen de forma manual entre ambas partes. En cuanto a la programática, social ads o anuncios en Google, serán ilegales y además, dependiendo de la gravedad de la infracción, la responsabilidad del anunciante puede llegar a incurrir en cargos penales.